viernes, 15 de agosto de 2014

Los dos homenajes de Enrique Ponce

DAX Salió en hombros. Del Álamo, una oreja

Publicación: 14/08/2014 (18:01)

MAURICE BERHO
Dax (Francia)Homenajeado y homenajeador. Enrique Ponce protagonizó el festejo que abrió la Feria de Dax. Primero, recibió el cariño del público 'dacois', otro de sus públicos y después respondió a este con una gran faena al cuarto toro. Dos orejas y en hombros en una tarde que empezó gris como el cielo y acabó a niveles muy altos. Como lo que mostró Perera, que pinchó un faenón al quinto. Juan del Álamo cambio el signo del festejo al lograr una oreja del tercero, de una variada corrida de Montalvo.
En el día del homenaje, Ponce se reencontró con su público de Dax. El cuarto tuvo más transmisión y con él, el de Chiva volvió a conectar con la afición local. Faena de largo metraje, en la que Ponce no escatimó ningún esfuerzo, ayudando siempre al de Montalvo para que no cayera en un principio y ya después para terminar enroscándoselo en una labor muy típica suya. Gran estocada, de efecto fulminante y dos orejas. El primer toro de Montalvo fue un ejemplar con cierta clase pero faltó de empuje.Ponce planteó una faena de mucho mimo, pero le faltó transmisión al conjunto por culpa del astado. Pinchó y luego dejó media estocada. Saludó una ovación.
Salió un rayo de sol en el tercero. Tampoco fue el de Montalvo un buen toro, aunque se movió más que sus hermanos y Juan del Álamo llenó el albero con el entusiasmo del que 'quiere ser'. Supo 'traginar' al deMontalvo y, poco a poco, metió al público en la faena. Después de una buena estocada, se le pidió con fuerza y consiguió la primera oreja de la feria. En el sexto no pudo rematar el triunfo y saludó una ovación.
Pues no, la tarde al final no fue ser gris. Desde el tercer toro el espectáculo va 'in crescendo' y de no ser por los aceros, a buen seguro Perera hubiera cortado las dos orejas del quinto. Faena de paciencia, entrega y técnica, en la cual cada muletazo era un derroche de temple para conducir a un toro que embistió a media altura pero que le permitió elaborar a Perera una labor que captó toda la atención de los 'dacois'. Vuelta al ruedo muy festejada. Habían empezado mal las cosas, del mismo color que el cielo: gris plomo. Porque el segundo fue devuelto por falta de fuerza. En su lugar saltó otro ejemplar, también mermado de facultades. Con este, Perera desplegó su perfección sin poder levantar el entusiasmo del cónclave.
Plaza de toros de Dax. Primera de feria. Lleno. Toros de Montalvo, el segundo como sobrero. Enrique Ponce, ovación y dos orejas; Miguel Ángel Perera, silencio y vuelta al ruedo y Juan del Álamo, oreja. Al romper el paseíllo se le tributó un homenaje a Enrique Ponce, habitual triunfador en este coso.
FOTOGRAFÍA: ANDRÉ VIARD

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