sábado, 23 de agosto de 2014

CUENCA Manzanares y Perera, en hombros


'La Tercera Puerta'

Publicación: 23/08/2014 (21:14)

MIGUEL FERNÁNDEZ


Cuenca (España)
La tercera puerta fue esa que quedó sin abrir en la corrida de toros que ha inaugurado -de forma oficiosa- la Feria de San Julián en Cuenca. Fue, resumiendo, la que cerraron a Morante. Perdón, cerró, en singular, el Presidente, infravalorando la faena de la tarde. Una historia que se repite. Y por esa decisión quedó imperfecto el final de un festejo en que Miguel Ángel Perera demostró que puede con todo y en cualquier circunstancia y arrancó las dos orejas del último toro. José María Manzanares le buscó las vueltas a su mal lote para, espada perfecta de por medio, ganarse el triunfoManzanares y Perera en hombros, yMorante, tristemente, a pie. Bastante que contar en el arranque de San Julián con una mala corrida de Torreherberos.
En el cuarto surgió, de nuevo, Morante. Todo cuanto hizo a este ejemplar llevó el sello del gusto, el temple y esa personalidad inimitable suya. Tuvo delante un toro noble pero de poco empuje. No le importó al sevillano, que si ya apuntó en el quite por verónicas, lo desarrolló en la muleta. Especialmente por el pitón derecho, hizo surgir el toreo de velocidad cero, tirando del toro sin dejarse tocar los engaños. Intercaló molinetes,  ayudados por alto y abaniqueos con la hondura de ser más que adornos. La espada entró certera, un punto desprendida, y el Presidente no quiso oír ni ver la petición de la segunda oreja. El premio de un trofeo quedó escaso. El que abrió plaza fue un animal endeble que llegó a la muleta sin nada bueno que ofrecer. Morante lo probó y pronto tuvo que desistir.
Perera volvió a exhibirse, tan lleno de valor como de confianza, en el sexto. Cerró la tarde otro ejemplar de poco juego, que nunca completó sus embestidas y que en varias ocasiones midió y tocó a Miguel Ángel Perera. El extremeño evidenció un sitio arrollador y así se la jugó y ganó en su apuesta. La buena estocada redondeó su labor, por lo que paseó dos orejas. Al tercero, que tuvo más movilidad de inicio, le duró una tanda su fondo. Perera pudo dejar muestras de su buen manejo del capote, en especial un quite por chicuelinas y cordobinas de elegante dibujo. Ya en la muleta el de Puebla del Prior mostró una superioridad aplastante, citando entre los pitones. No tuvo fisuras su faena, pero tampoco tramsmisión el animal. Saludó una ovación tras fallar con la espada.
Manzanares supo encauzar el genio que el segundo toro había desarrollado de salida. Con toque y trazo suave, el alicantinó llevo templado al deTorreherberos por el pitón derecho. No pudo compactar del todo su faena, pues el toro salía desentendido al segundo muletazo. Sin emargo, una buena estocada significó la primera oreja del festejo. El sobrero que hizo quinto fue un ejemplar muy deslucido. Embistió sin clase y siempre de manera irregular. Si las tandas eran de cinco, de cinco maneras se movía. Estuvo serio Manzanares, afanoso y con detalles de buen toreo cuando le ayudó el sobrero. Otra vez fue crucial el perfecto espadazo.
Plaza de toros de Cuenca. Primera de San Julián. Más de tres cuartos de plazaToros de Torreherberos, el quinto como sobrero. Deslucidos en líneas generales. Morante de la Puebla, silencio y oreja con fuerte petición de la segunda; José María Manzanares, oreja y oreja; Miguel Angel Perera, ovación y dos orejas.

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