IRENE MARTÍN MOYA
FUENTE: MUNDOTORO.COM
IRENE MARTÍN MOYA
Ronda (España). Juntada la tauromaquia, unida en el esplendor de sus artistas, hilada a la pasión del público, el toreo sí es eterno. Uno a uno, quizá mortales. Pero cuando la fortuna pone en el tiempo de dos horas y en el espacio de una misma corrida la lentitud inverosímil de Morante, la raza de rey de Juli y el toreo abismal de Perera, la tauromaquia despliega sus alas y es capaz de alzar vuelo por encima de todas las artes. Se hace inmortal. Inmortales se hacen cada torero y se hace el propio toreo. No hizo falta que Zalduendo mandara una corrida de nota dentro de su buena presencia. Basto con que el sorteo fuera coherente a cada forma de cada torero. Gran tarde goyesca en Ronda.
Lo difícil, que resulta fácil en Morante, es componer verónicas perfectas y encajadas sin importar la embestida del toro, que venga cruzado, que se frene o mida como hizo el cuarto que sí humilló. De abajo a arriba fueron las chicuelinas, dando importancia al embroque y a la cintura. Con la muleta inició por alto intercalando un molinete y continuando con derechazos donde se comenzó a ver la despaciosidad de Morante. Toreó hasta la saciedad, con soltura al natural, empleando los vuelos y durmiéndose en el muletazo. Así le echó un pulso a la velocidad en el segundo pase de cada serie. Obligaba tanto a bajar el ritmo al animal pero sin ninguna violencia que necesitaba componer de nuevo para continuar la serie, siempre llevando lejos y acompañando con la cintura. Fueron múltiples series y todas ellas a subrayar con un final adornado de trincherillas. El estoconazo final le aseguró las dos orejas.
Cuatro verónicas y una media en el saludo de Morante al primero. El toro se afligió mucho en el caballo, quedándose sin fuerza y mostrando poca raza. El inicio por alto con la muleta fue lo poco que se dejó el toro. Abrevió y mató de media estocada y descabello.
El Juli se plantó en el centro del ruedo desde el comienzo con el capote, dejó alguna verónica con suavidad antes de realizar un quite por chicuelinas a pies juntos, muy ajustadas rematadas con una revolera. Soberbio inicio de muleta con dos pase cambiados por la espalda de nuevo en los medios, no le respondió el toro adecuadamente por su embestida rebrincada y cambió la estrategia con inteligencia y llevó a cabo una serie doblándose con el toro por abajo.
Así empezó la lucha de poder del Juli que consiguió consolidar su sitio con los naturales. Fue clave el no mover las zapatillas y obligar al toro a embestir por donde él impuso. De vuelta con la derecha la labor cobró emoción gracias a la ligazón y a que el toro comenzó a defenderse más. Un cambio de mano ligando los muletazos sin moverse del sitio pero dejó una estocada caída y solo paseó una oreja.
El quinto giró el cuello y echó la cara arriba con genio y violencia. Imposible por el izquierdo, Juli le sacó una serie de mucho riesgo. Reponía y buscaba el pecho del torero pero Juli se mantuvo firme y decidido en la lucha, derrochando valor y extrayendo series completas con la derecha. Estoconazo final y cortó la oreja que le abrió la Puerta Grande.
Temple, despliegue de repertorio, dominio de distancias e innovación dePerera de principio a fin con el tercero. Saludó con una combinación de verónicas a pies juntos y delantales, muy despacio. El quite vistoso de igual suavidad por tafalleras y una cordobina. Con la muleta inició por alto y aprovechó la nobleza y clase que el toro ya demostró en el capote. Sin embargo el tercer muletazo le costó y la paciencia de Perera fue determinante para consolidar una gran faena.
Sensacional el final con dos series ligadas, anclado al centro del ruedo, pasando el toro de cualquier forma y por todos lados, al más puro estilo deOjeda. Cerró volviendo a coger distancia con una tanda de manoletinas de lejos, sin toques, dejando venir al toro a su aire. Pinchó ante la exclamación del público al que hizo vibrar. A la segunda dejó un estoconazo y paseó una oreja de mucha importancia tras una labor de diferencias y compromiso.
Perera sometió al sexto que marcó mucho querencias y buscó las tablas en el último tramo de faena. A base de bajar la mano y llevarlo cosido a la muleta consiguió series con la derecha suaves y ligadas. El pinchazo hondo y descabello no le privó de la petición de oreja pero sí del premio. En su lugar dio una vuelta al ruedo y hubo posterior bronca al Presidente.
| Plaza de toros de Ronda. Corrida goyesca. Lleno de 'No hay billetes'. Toros de Zalduendo. Morante de la Puebla, silencio y dos orejas; El Juli, oreja y oreja; Miguel Ángel Perera, oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras petición y aviso |
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